En las entidades, tras el colapso del presidencialismo del antiguo priísmo (éste presenta síntomas de que se renueva para intentar un regreso por la vía auténtica electoral, mientras se desempeña como partido bisagra, en una democracia de tres partidos), es muy difícil que los ciudadanos logren constituir sus órganos sindicales, para hacer valer sus derechos.
En Quintana Roo, esos mexicanos se las ven negras para construir diques a los abusos del poder. Es el caso de los trabajadores de la Universidad de Quintana Roo (entidad y universidad con el apellido del ilustre Andrés Quintana Roo: 1787-1851, periodista por causa de la Independencia).
Tras largos 17 años de lucha han podido constituir el sindicato y tramitan su registro (la famosa “toma de nota”). Su petición ha sido presentada ante el Tribunal Local de Conciliación y Arbitraje. Se trata de coronar la consolidación sindical para coadyuvar a la universidad en el cumplimiento de su fin cultural-educativo en la formación de los estudiantes.
Pero afianzada en una representación laboral que haga valer las obligaciones y derechos de los trabajadores del ahora así llamado, por sus siglas: SUTUQROO y que busca su oficialización, a pesar de que intereses oscuros de los poderes político, económico y de algunos sectores universitarios, quieren impedir que un sindicato de tanta tradición de lucha sea visto como un gremio dispuesto a continuar, constitucionalmente y con sus leyes reglamentarias, hasta las últimas consecuencias de la libertad de asociación en defensa de su afiliados.
Su secretario Xavier Gamboa Villafranca, para el periodo de tres años (2008-2011) y quienes lo acompañan en el frente sindical, por voluntad individual y colectiva de los trabajadores universitarios, se han pronunciado por un sindicalismo democrático y republicano, para honrar la tradición de la entidad y del nombre que lleva, acusando un trabajo laboral consecuente con los fines de esa casa de estudios superiores.
Se trata de que los trabajadores que han dado el paso para la sindicalización, busquen su engranaje con las autoridades universitarias, ya que han declarado y suscrito que buscan, a la par de la defensa laboral el engrandecimiento de la Universidad de Quintana Roo.
El registro del sindicato es fundamental para que la vía institucional sea donde transiten los trabajadores, las autoridades laborales y los funcionarios universitarios, en un tríptico de posibilidades para el diálogo.
Los del sindicato quieren seguir transitando por la legalidad y culminar así sus casi dos décadas de lucha pacífica por constituirse laboralmente.
El nacimiento del sindicato es una muestra para el país de que los mexicanos del extremo peninsular están conscientes de que las luchas laborales han de darse con apego a la Constitución del país y la de Quintana Roo.
Y que no se ha perdido la brújula sindical para defender a los trabajadores por la vía de la conciliación. Es, pues, una victoria sindical que debe saludarse para darle bienvenida.
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